Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



jueves, 9 de diciembre de 2010

Mi cena

Tengo entre varios gustos y ánimos para el final del día, uno especial (antes era salir a correr un rato con mi música psycho o electro, ahora… sólo me resta esperar que pase el clima invernal y volver a programar mis horas para encontrarme con mi par de tenis viejos y mi ipod a buen volumen); la cena es para mí todo un digno ritual, en el que es primordial sea lo ultimo por hacer al final del día, después de la gran lista de quehaceres diarios tan convencionales, preparar mi comida con gran respeto y delicadeza para después sentarme frente a la mesa… miro mi comida y agradezco tenerla y me felicito por el esfuerzo realizado para poder degustar de mis deliciosos platillos, y al llevarla a mi boca disfruto lentamente de la variedad de sabores; si bien hay miles de personas que comen solo por comer o lo primero que tienen a la mano, yo considero que mi cuerpo merece todo el respeto posible; debo mantener saludable al caparazón que me sirve de vehículo.


Mi familia a la hora de la cena mencionan con sarcasmo.- de nuevo a comer pastura, otra vez lo mismo? Je! Si supieran lo exquisito que es para mí el par de lechugas y lo bien que le hace al cuerpo, supongo que dejarían de hacer burla… pero da igual, cuando me siento a la mesa soy yo y mi ensalada, no hay nada más, solo tranquilidad y una degustación exquisita al paladar.