Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



viernes, 26 de septiembre de 2014

Cuarto para las tres

Es de madrugada y no he podido conciliar el sueño, 
ésta vez no ha sido producto de la cefalea, ni del insomnio,
si no de una bella mirada dulce y hechizante,
estoy sobre el abrazador sofá de la sala, he abierto un poco 
las cortinas de la ventana por donde se asoma un pedacito de cielo,
mismo que hoy figura adornado de millares de estrellas y de fondo la
negrura en todo su esplendor. Extraviada en esa majestuosidad  
me pregunto si tú en ese otro punto cardinal del hemisferio 
piensas en mí, como yo en ti, si acaso también existe algo 
en mi imagen bizantina que sea capaz de robarte el sueño;
son cuarto para las tres de la mañana y continuo prensada 
al misticismo del cielo y a lo sublime de tus palabras,
de ese escorpión que me envenena los sentidos al punto de desvariar, 
de tu voz que arrebata la cordura, suave, sensual, melodiosa,  
de tu espíritu libre, de tu manera abierta de ver la vida, 
de esa sonrisa bordeada de candados que embrujan, 
de esa mente tuya imparable, indomable, que jamás frena;
son las tres de la mañana y mi mente posa enmarañada a 
éste montón de letras, quise escribirte poesía, grabar sobre 
tu piel porteña,  o componer música en la línea que conforma tu boca, 
bella oda en tus cabellos o en la calidez de tu pecho, en tus caderas,
en tus brazos; son las tres y cuarto de la mañana y me voy a la cama
con la ausencia de ti, pero con un ánimo jovial de saberte existente,
abrazada a la idea de que algún día nuestros caminos han de congregar
y entonces habré de saber que valió la espera, valieron las noches en vela,
y los años transcurridos sin ti, y las letras que jamás pararon en nostalgias, 
fervientes letras esperanzadas por unirse a tus poéticas literaturas.

Luna.





jueves, 25 de septiembre de 2014

Intentos

De nuevo me ha paralizado el miedo, 
he soplado al fuego apagando su deidad,
y una vez más este sofá soportando mi peso,
será pues que no hay más allá de lo visceral,
está necedad mía de creer en lo incierto,
y de pintar los cielos que han de caer a pedazos 
sobre mis pies descalzos y heridos,
me siento aterrada, terriblemente aterrada,
soy intentos que no sobrepasan,
soy sueños, sueños absurdos que no se consuman;
y no hago más que caminar sobre un nodo circular
donde no hay partida, ni llegada, ni metas por superar
porque me paraliza el miedo y estos gajes del amar,
intentos, aspiraciones, pretensiones, todo sigue igual,
y mi alma grita al espejo apaga mis miedos, por favor no cedas,
silencia mis temores, por favor no te contengas. 

Luna


Ojos hechiceros

Ese par de profundos agujeros negros
que alumbran el firmamento de su bello rostro,
que tientan a esta mente loca a conquistar 
el universo radiante de su dulce boca.
Inquietante su misterio causante de mi desvelo
es hechicero de galaxias y fuego en la mirada,
es profanador del latido apagado de este corazón
es seductor sin vacilar de mágicas letras.
Es el brujo que me ha atrapado con un conjuro
de versos y sueños formados de letra y tinta;
es el campo minado donde explotan mis deseos,
es el enigmático a quien con disimulo en mis letras se cita.

Luna



Fiebre de amor

Repentino, loco y estúpidamente efímero 
sueños, intransigencia, suspiros al aire,
lo burdo de las emociones, 
de andarse con pretensiones.
Enferma, loca, desvariada, 
me miran bailando sola, 
sin importarme más nada,
a veces más lánguida,
a veces más pálida,
a veces más desganada.
Sonrisa en el rostro, 
alegría ausente,
como es del día
la moda entre la gente,
fingir, fingir!
la manía de fingir!
Valemadrismos supuestos,
locuras imitadas, 
besos de fuego
que queman el alma, 
y contagian la fiebre loca, 
finge, manoséame, bésame, aléjate!
y de nuevo la mentira sale por la boca, 
porque fingir… fingir está de moda.

Luna


Tus ojos,

luceros cálidos, 
tinta de mis fantasías,
Tus ojos 
traviesos, 
provocadores de sin fin de deseos,
Tus ojos 
que al mirarlos inquietan, 
seducen
y envuelven con sus alas de pasiones,
Tus ojos que gritan, 
que imploran, 
que aman; 
transparencia total 
de tu noble alma;
Tus ojos 
que enloquecen, 
que impacientan;
Tus ojos
ser reflejo en ellos mi cuerpo clama;
Tus ojos 
que se clavaron en mi corazón 
limitando mi razón,
Tu ojos 
que embriagan mis sentidos, 
y me pierden en un constante balanceo 
entre placer y desconsuelo.
Irremediablemente Sensuales y Caprichosos Ojos 
que 
Juegan Abriendo Ventanas de Inusuales 
Sueños.

Luna


De esas cosas que me aterran

Y sin darme cuenta comenzaste hacer parte de mi vida
de aquellos suspiros sin nombre y los sueños de noche,
de la etiqueta de mis sonrisas durante el día,
quien lleva de la mano a mi alma ciega 
y lejos de alegrarme, la verdad… es que me aterra.

Luna

Maletas sin desempacar

Llevo siempre hechas las maletas, 
sigue aterrándome la idea de fijarme a un corazón, 
llego como llega la primavera, 
y al entrar el invierno me marcho a otra estación; 
tomo mis maletas cargada de sueños, de amores eternos 
y entregas sinceras, con mi corazón y el alma ahí dentro 
como es usual… sin desempacar.

Luna



viernes, 19 de septiembre de 2014

Desastre emocional


Me levanté de puntillas para no hacer mucho ruido,
pensé que ello ayudaría a no despertar el fantasma de tus reproches,
a veces me asusta con su cara furiosa, aún te percibes herido,
hoy pensé “es un buen viernes y a fuera no llueve”,
pensé “es un buen día”, pero has despertado y con ello las tormentas, 
hecatombes y huracanes de resentimientos.

Me quedé de puntillas a medio pasillo, 
sentí el gélido viento que congeló mi movimiento,
estás de nuevo echándote sobre mi espalda, 
con ese corazón atravesado por una lanza, 
qué más da caminar de puntillas o con desesperanza,
el fantasma despertó y se me ha echado sin contemplación, 
es viernes afuera no llueve, 
pero acá me preparo para el desastre emocional,
en fin... de esas cuentas pendientes por pagar.


Luna




Mis sonrisas en tus labios

Es una hermosa mañana llena de vida, emociones
fuego en las miradas, millones de estrellas en el cielo
eclipsadas por la inmensa y majestuosa luz del sol, 
amores que se dedican la última mirada y cientos de suspiros 
que después  se soltarán para extinguirse de poco a poco.

Es una hermosa mañana de cielos pintados de azul y blanco, 
con almas extraviadas y otras que van encontrando el camino,
una brisa matutina que sólo es captada por los ojos despiertos,
personas con prisas y estrés colectivo, yo con mi característica simpleza
y los dedos posados en el teclado pensando precisamente en lo
bella que es ésta mañana para descansar mis sonrisas sobre tus labios.

Luna



jueves, 18 de septiembre de 2014

Desperté añorandolo

Entonces un día desperté 
queriendo que el fuera lo primero que miraran mis ojos, 
queriendo ver sus cabellos desordenados sobre mis sábanas; 
compartiendo cada uno de mis días 
y desenmascarando esas tremendas locuras; 
queriendo obsequiarle todo lo que soy con mi luz y sombras. 

Desperté con el deseo de preparar café para dos 
y sonreír coquetamente 
mientras sus ojos se disuelven con el azúcar sobre el café, 
y el sabor de sus besos sobre mis labios, 
queriendo tener esa primer discusión 
para después llegar a un deliciosa conciliación. 

Desperté añorando mis manos pequeñas 
encajadas suavemente en las suyas 
mientras caminamos por la acera húmeda 
que ha dejado la lluvia, 
pensando en como hacer para resolver las deudas... 

Desperté pensando en cosas tangibles, 
en sonrisas y llantos, 
en alegrías y enojos, 
en orden y desorden, 
desperté compleja 
y deliciosamente añorándolo.

Luna


Me bebí, te bebí

Me he bebido tu recuerdo con un par de caricias 
y unos cuantos besos sabor a café, 
las horas que transcurren traicioneras, 
burlezcas de mi insomnio 
y de esta mente que no renuncia a pensarte...

Me he bebido tus sonrisas embrujadas 
y esas manos que no paraban de dibujarme la piel, 
y la noche y la lluvia, 
mi cuerpo contra la pared, 
tu lengua danzante dentro de mi boca 
y esos dedos que jugaban con mi cordura...

Me he bebido las mañanas 
junto con las efímeras esperanzas, 
las tardes de mensajes 
y las noches de soledad bajo las frías sábanas...

Me he bebido todas las memorias 
con licor y jugo de limón, 
en media docena de copas me bebí, te bebí,
y de tu recuerdo está noche juro que me despedí. 

Luna



Te siento

Nuestros labios volcanes que hacen erupción al unirse,
las pieles que absorben el fuego desbordante,
mírame ahora aquí contemplándote, 
mientras tus ojos me desnudan el alma 
y precipitan mi corazón palpitante,
eres tú la luz en mi sonrisa, 
y las caricias que hacen temblar hasta mi voz; 
tú entre el principio y el fin
diluido en el tiempo siendo sin ser, 
existiendo sin estar.

Tu voz eco en mi alma que se acuna al escucharte,
es tu voz quien me da calma; 
abrazas mi silueta que fría está de extrañarte,
tus ojos matices de colores mitigantes en la oscuridad imperiosa,
tus brazos y voz que me dicen aquí estoy,
que me dicen es qué no me vez, es qué no me sientes? 
si por las mañanas te acaricio y por las noches te arropo,
entre las sabanas y la inmensidad del cielo estrellado,
entre el café y el canto de las aves en cada amanecer.

Luna


¿Que sabe ella?

¿Qué sabe la luna de esperas? 
cuando sólo de noches es espectadora, 
desconociendo mis días interminables sin ella,

¿qué sabe la luna? 
que esta ahí sin saber de las marejadas que rompen en peñazcos,
¿qué sabe ella de lo que provoca con su majestuosidad implacable?
de los cientos de noches en vela contemplando su quietud profana?
¿qué sabe ella de mis intentos por alcanzar su cálido cobijo? 
de las épocas que mueren y yo sigo queriendo ser astronauta para conquistarla, 
¿qué sabe ella?

Ella que en su altivez nisiquiera sabe de mi existencia
¿Qué sabe la luna? ¡ella... no sabe nada!

R


Sedúceme

Ven sedúceme con el mágico encanto de tus besos apasionados,
tus manos enreda sobre mi cuerpo de ti sediento,
ven háblame suavecito mientras juegas con tu lengua en mi ombligo,
ven, hagamos explosión de éstas energías contenidas,
mundos mágicos y paralelos de sueños atrevidos.

Ojos de mares que se unen en oleajes,
bajo el campo de florecientes estrellas;
riachuelos de besos húmedos que nacen en la boca 
para desembocar en el universo.

Ven sedúceme con tu arte
y corteja más allá de la vista,
más allá de la palabra que sale de la boca,
guía mis labios con tus besos
y con tu manos los movimientos sutiles de mis caderas,
ven con tus sonrisas de cielo a dar música a mis sosegados días.

Luna



miércoles, 3 de septiembre de 2014

Gracias

A ti que has motivado a continuar
con lo que tanto me gusta… 
garabatear las ilusiones, 
los amores,
los sueños, 
alucinaciones,
las pesadillas, 
los dolores, 
aficiones y recuerdos, 
emociones, 
sentimientos y locuras.

A ti que eres una persona increíble 
lleno de cualidades, único y autentico,
a ti porque sueñas, 
porque existes, 
porque no vives a medias.

A ti porque me has permitido 
mirar la vida con una sonrisa,
porque me aceptas con mis locuras, 
con mis ideas excéntricas, 
con mi carácter que tanto aterra.

A ti por ser un gran hombre, 
un dulce niño,
un ser de luz, 
una persona maravillosa.

A ti por tu dulzura, 
por tus sonrisas, 
por tu tiempo, 
por el aprendizaje,
por la compañía.

Gracias por no soltar mi mano
por fuerte que sople el viento.

De ti Luna




Estoy enamorado de ti

Estoy enamorado de ti
de tus enormes ojos de luna 
de la transparencia de tu alma
de tus caricias que me acunan
y de tus palabras que me calman.

Estoy enamorado de ti
porque si, porque no temo
porque no espero nada
y a cambio de mi te doy todo
estoy enamorado de tu locura
de tus ideas rebeldes
de tus sueños excéntricos.

Estoy enamorado de ti
porque no podría no estarlo
porque tu marcas diferencia
esa que creí inexistente
en un mundo de trivialidades.

Estoy enamorado de ti
porque si, porque lo deseo
desde la profundidad de mi ser
amo cada una de tus cualidades
esas que me transportan a un mundo
de sueños y alucinaciones.

Estoy enamorado de ti
de todo lo que tú eres
de tu completa esencia
de la tierna y la perversa.


R


Despertador matutino

Me han venido las memorias de las noches a tu lado
¿recuerdas en la cama uno a cada costado?,
yo del lado a la pared y tú al pasillo,
decías para ver hasta el cuarto de las nenas;
protegiste nuestros días y velaste nuestros sueños.

Mi cama hoy cela tu espacio, sigo recostándome 
del lado a la pared y una almohada da al pasillo,
se me dibuja una sonrisa al recordar que 
nos abrazábamos 5 minutos para dormir 
y después cada uno cogía su espacio,
tú para un lado, yo para otro, espaldas unidas
y luego el cómo movías el trasero “para que se amoldara
con el mío”… era la frase para dar inicio a la noche.

Para amanecer, inexplicablemente despertábamos 
armados un lío, tú en mi pecho con tu mano sobre mi espalda
y mis pies arriba de los tuyos, no se sabía de quien 
era cada parte que se asomaba por fuera de las sabanas,
y nuestro despertador matutino que no fallaba los 
fines de semana ¿recuerdas? yo aún no lo olvido.

Una sonrisita picarona que comenzaba a jugar con 
nuestros pies "¡ya amaneció!" pronunciaba acto seguido;
y yo me levantaba con ese racimo de hierbas alocadas 
sobre la cabeza y tú, tú con esa pulcritud  que te caracterizaba
único, especial, autentico, mi corazón se paraliza al recordar.

Y aquí estoy sobre mi cama, ésta misma que nos dedicó 
tantos anocheceres, testigo del amor profundo de dos seres,
y las mañanas con prisas, con calmas, con sonrisas, con 
peso en las espaldas, con ánimo y desánimo, pero ahí estabas
en esa orilla del pasillo en la que ya no figurarás más…

Luna



lunes, 1 de septiembre de 2014

Simulacro

Veo personas muertas, 
en el autobús, 
en el subterráneo
incluso en el trabajo,
medio muerta en el campo, 
más muerta en la ciudad,
no importa a donde vaya 
ni tampoco el lugar, 
son zombis de movimientos pasivos,
algunos parecen vivos
pero son esas cuerdas 
de las que penden sus manos 
que dirigen sus pensamientos,
caras pálidas y mentes gélidas,
cuerpos mecánicos 
de emociones mecánicas 
y sonrisas fingidas,
amores que se dicen amores,
corazones que simulan palpitar,
no hay vida, 
no hay fluidez, 
sólo sombras, 
y tibiezas, 
apariencias,
complejidades, 
personas que dan con la derecha
y la izquierda estiran para recibir,
no hay personas vivas,
no hay personas existentes,
sólo simulacro. 

Luna



Tus besos.. tus labios

Extraño la unión de nuestros labios, 
el clímax fúnebre de los deseos al consumarse...
Extraño su suavidad, 
lo carnoso de estos que me invitaban a morderles gradualmente…
Extraño su humedad 
esa que calmaba la sequedad de mis labios desérticos…
Extraño el palpiteo del corazón 
que salía por la boca y se disparaba en nuestros besos…
Extraño el sabor de tus labios, esos mismos… 
esos mismos que jamás probé…

Luna. 


Ahí estás

provocando sonrisas con tan sólo existir,
 provocando ese frenético destello de luces, arcoiris en el alma... 



Mi escudo

No te me vas ni un centímetro
 ni un minuto
 ni un sólo instante
 ni un sólo día
 sigues aquí mujercita menguante.
 Si la distancia inundaba el alma
 tu presencia ahogaba las duras penas
 porque eras tú en mis batallas
 cual escudo de acero quien protegía mi anhelo.
 No desistí
 ni tampoco sufría
 volver a verte
 escuchar tu voz enérgica
 y tu risa coqueta
 alimentaban mi lucha
 y me mantenían de pie
 con sublime fortaleza.
 Soles marcaban con llagas mis pieles
 pero las lunas de noche las aliviaban
 nunca olvidé que al otro lado del mundo
 estabas tú lucecita de mis noches oscuras
 ver la muerte de frente ahogo esta mi cobardía
 tomaré tu mano con fuerza
 esa que no he soltar más nunca

Rigo


¿Cómo hago?

Siento la carne fría de tus manos sobre las mías, 
miro esos ojitos de ángel que una vez tuvieron vida, 
ellos que alguna vez habrían de pintar de color mis días, 
y estoy aquí sin encontrar consuelo, 
el gélido cadáver no da más fuego, 
dime tú, se coherente, ¿cómo dejas de dolerme? 
¿dónde puedo comprar fuerzas para continuar sin ti? 
miró tus labios pálidos y secos que ya no quieren más besar,
tu imagen tatuada llevo en la piel y el alma, 
tu voz aún hace eco en mis oídos sordos
y mi corazón no encuentra resignación, 
dime pues ¿cómo hago para enterrar tu cuerpo 
que por las noches viaja vagabundo por mi lecho?

 Luna