Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



jueves, 29 de mayo de 2014

Mi mejor amiga es una prostituta

Hay varias cosas que me parecen insólitas de la gente que me rodeaba, a menudo me cuestiono si toda la gente será así, o sólo la del pueblo donde hábito.

Una de esas cosas es la manera extraña en que miran a mi amiga Eleonor, (ella es muy hermosa, de cuerpo atlético, rostro tierno y de grandes ojos, mismos que iluminan su semblante y dejan asomar la transparencia de su alma), a pesar de que ella ha notado las miradas (que incluso a mí me parecen incomodas), jamás he notado en ella el más mínimo reproche hacia sus duros críticos, por el contrario, es común verle sonreír y cuando llora curiosamente son por cuestiones que a nadie más le he visto llorar (incluso cuando lo hace si está rodeada de personas, he notado cierta indiferencia por parte de ella ante las miradas, llora con libertad); por ejemplo, un día de camino al parque donde corríamos todas las mañanas, nos cruzamos con un par de pequeños afuera de una farmacia (muy conocida acá en el pueblo) dormiditos y acurrucados con un pedazo de cobija que a duras penas alcanzaba a abrigarlos; ella cruzó la calle, se quitó su chamarra y la colocó suavemente sobre sus cuerpecitos, cuando volvió, miré como las lágrimas corrían por sus mejillas, y me dijo con voz apagada.- “no entiendo como existen cosas así; si pudiera… pero a duras penas cuido de mi misma…”, después guardo un gran silencio; la verdad es que yo tampoco entiendo como existen esas cosas (o tal vez si las entiendo, pero me da miedo llegar a trasfondo, aparento ser muy fuerte, pero suelo ser muy cobarde). 

Eleonor me ha dicho sonriendo y de manera sarcástica que gracias a mujeres como ella ahí más matrimonios felices y menos hombres locos en la calle, y que no hay mucha diferencia entre ella y nosotras puesto que todas las mujeres tenemos sexo por conveniencia, algunas a cambio de un poco de amor o placer o ambas… ella a cambio de dinero, (yo estoy de acuerdo con eso, pero jamás se lo he dicho); mi amiga es cruda, directa, jamás se anda con rodeos, si le agradas entonces te hablará, de lo contrario pasará por tu lado y ni siquiera notará tu presencia.

Es extraño como es juzgada, como las personas pierden tiempo hablando de ella; he conocido hombres y mujeres que estando casados han tenido amoríos y se esconden; engañando de esa manera a la gente que les rodea, a sus propias parejas, incluso a ellos mismos tratando de creer que porque sus amoríos, así como sus perturbados hábitos están ocultos, su moral no se ve afectada, en fin, de esas cosas extrañas que aún no termino de entender.

viernes, 9 de mayo de 2014

¿Cómo extrañas algo que no has tenido? Ilógico no?… pero así es como lo siento…

-


Creo firmemente que cuando uno se enamora pierde un pedazo de sí mismo y adoptas algo que “antes de” no era tuyo, si bien sales librado al final del camino al mirarte en el espejo tratarás de reconocer el reflejo y verás un diminuto destello de ese que algún día fuiste…

Si pudiera


Por su puesto que si pudiera cambiar el rumbo de nuestra historia lo haría sin dudarlo, para comenzar tu ciudad quedaría a la vuelta de mi casa, así existiría la posibilidad de que alguno de esos días al salir de casa me tope contigo, te diría algo así como que bellos ojos para rápidamente cambiar la conversación por te escuche tocando la batería y no sabes lo mucho que me fascina darle a las batacas, aunque me conformo con escucharlas!! Y aunque tú me mirases con ojos de ¿a está loca quien la dejo salir del manicomio?, no me acobardaría, sería arrojada, no más miedos, (never more!!), no desperdiciaría esos instantes que la vida me diera cada vez que nos cruzáramos por la calle… obviamente las historias no se pueden cambiar con tan sólo desearlo, aunque esos deseos sean los más afanosos y empecinados, pero la verdad es que cómo me cambia el ánimo el tan sólo tenerlos y verlos pasar por la mente… en fin… vamos por un día más…



Brebaje..


Volví a beber café por la mañana, por la tarde y uno o dos más por la noche, beberle ineludiblemente me traía tu recuerdo, así que decidí guardar en lo más alto de la alacena mi taza y el tarro del adictivo brebaje, pensé que tal vez si dejaba de beberle te recordaría menos y por ende esa necesidad de estar llenando los vacíos disminuiría… en fin… volví a beber café




Querido mío (aunque, aún, nada mío)

Perdóneme el atrevimiento de estas líneas y… aunque puede que no sean leídas, no le juzgaría por ello, ya que aún no tenemos el gusto de conocernos; pero, si entre su cansado día le sobra un momento, tomé asiento y permítame recrear uno de esos días sin usted…

Desperté pasada la hora (5:20am), algo casi habitual, tuve que apresurarme para no salir tarde, encendí el reproductor y entre Tomorrow never diez de Sherl Crow y Runruneando de The Joy Formidable terminé de vestirme… Ya en el autobús, como es común, me esperaba el asiento que da a la ventanilla desde donde pueden observarse los diferentes recuadros que dibujan las calles a través de la anchura de los sucios vidrios, así, entre avenidas, bullicios y ajetreos crucé los 3 municipios del estado, lo que me dio tiempo suficiente para pensar y para hacer más largo el tedio; ya caminando hacia el trabajo volví mi mirada al cielo, las nubes sombrías y acumuladas no dejaban asomar la luz del sol (“aire melancólico y a la vez adictivamente placentero”, será un buen día – pensé –, pues las lluvias suelen dejar una brisa de inspiración para las personas como él), al llegar a la oficina me esperaba lo ya común, un escritorio inundado de papeles; subí por mi taza de café mientras terminaba de encenderse el monitor, bajé y eche un vistazo a Insomnio y disfruté la bebida acompañada de sus letras (esas que me atrapan y que tanto saboreo; usualmente me reservo la opción de opinar al respecto o dejarle alguna nota, sólo observé como cada día, a la distancia), al terminar, me sacudí un poco la mente para continuar el día. En casa continué con la redacción de los documentos que eran necesarios para ayer, así es la vida en la oficina “todo es para ayer”.

Ya pasadas las 8pm me metí a la ducha y después cené algo, (nada ligero, para variar), mi día empapado de momentos convencionales y monótonos terminó con un par de minutos frente al monitor en “Insomnio” y con una taza más de café, hasta que mis ojos no podían más… me fui casi a rastras a la cama. A otro día despertar ya pasada la hora… lo habitual.

Sabe usted, frecuentemente me imagino el cómo será cuando tenga el arrojo de escribirle, y me pregunto si mis días terminaran diferentes?, si ya para las 10pm mi panorama cambiará iluminando la noche y los minutos comenzaran silbantes a bailar, mientras la línea recta dibujada por mis labios comenzará a curvarse y mis ojos delirantes leerán un mensaje suyo “buenas noches…”, unos minutos o segundos charlando con usted serán suficientes para irme a la cama no sé si flotando, no sé si soñando, pero seguramente terminará ente sonrisas y estremecimiento de vísceras que le darán un poco de sabor a mis insípidos días.