Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



jueves, 18 de junio de 2015

Lo presentía

Escribiré palabras absurdas, 
algo que no esté lleno de esa melosidad, 
algo que no sea digno de ti, 
hoy no escribiré tanta bobada, 
donde escondo tu nombre en cada palabra,
y muchas ni siquiera las lees,
porque prefieres a otros poetas o Sabina o Poe.

La pase toda la puta noche pensando en ese instante
en el que estaría frente a ti, 
discutiendo una vez más por estupideces, 
estaba preparado para verte partir, 
sin besos, sin abrazos, 
sin el halo de amor que nos caracteriza
y mi mundo se hizo pequeño 
y esos poco más de 50 kilos de caderas y buen culo
se volvieron 100.

Quisiera que tu sonrisa no me convenciera, 
que tus mensajes no me persuadieran, 
mentir y decirte que no me afectas, 
que eres libre de ser y dejarte partir 
cada vez que te empeñas en tus ideas, 
y arriban tus besos secos y tus abrazos fríos,
y veo cómo te marchas una vez más
un puto día largo donde las malditas 
horas se convierten en décadas
y yo no hago otra cosa que pensar en ti.

Quisiera justo ahora que estas letras y 
las que vienen no fueran para ti, 
quisiera no disfrutar tanto de la vida a tu lado,
porque me frustra pensar en que un día al despertar
ya no éste más esa mujer a quien tanto he amado.

Luna

viernes, 5 de junio de 2015

¿Qué te digo?

¿Qué te digo que no sepas ya?
¿Qué te amo?, ¿qué pienso en ti continuamente?
¿Qué estar acá me ha enseñado a amarme a amarte plenamente?
¿Qué ya puedo dormir tranquila al pensar que un día puede que ya no estés y no es el pronóstico de un "Armagedon",  ni el resultado de la devastadora naturaleza, ni mucho menos el final de mi existencia?
¿Qué sé que lo nuestro no es eterno y que por ello hay que VALORARLE?
¿Qué te digo amor que no te haya dicho ya?!!
Qué vierten las horas su más infinita misericordia llena de sabiduría,
haciendo lentos los días para saciarme de ti, de tu aroma, 
de tus sonrisas que se desprenden cuando me miras y me dices todas esas cosas 
tan dulces que me hacen suspirar, pareciera que el tiempo no ha pasado 
y que cupido me visita todos los días para volverme a flechar.

¿Pero qué te digo que no te haya dicho ya?
Quizás las palabras ya dejaron de conquistar 
y las acciones comienzan a ser habituales, 
¿pasó la etapa del hallazgo, de la sorpresa y lo increíble?
Ya no hay más en el baúl que esta mujercilla que desde acá te observa,
deleitándote, sorprendiéndote observando las flores que hay en otros campos,
y volviendo por las tardes, con todo ese amor y ternura que guardas para mí,
muchos le llaman conformismo, yo le llamo amor en su máxima expresión,
sé quién eres realmente, se fueron las idealizaciones, 
ya no eres “increíble” pero si totalmente “CREÍBLE”, ¡Que grandeza!
Sé lo que te gusta, lo que te molesta, como tú lo sabes de mí,
y aun así con todo lo que somos luz y sombras seguimos aquí.

A veces sin saber que decir, porque ya nos hemos dicho todo, 
y eso lo hace aún más valorable seguir en el camino después de la etapa de aceleración.

Ahora estamos en Ralentí. Y por voluntad propia.

lunes, 25 de mayo de 2015

Todo inicio tiene su final

Así era como una historia más cerraba su ciclo, 
dicen que todo es precisamente eso, ciclos, 
todo inicio tiene final, como la vida, como la existencia, 
como la carne y el hueso. Estoy completamente segura
que los amores reales no tienen final, se llevan como un tatuaje 
en el alma, como una memoria adherida al cerebro, 
si bien es cierto, poco a poco se deja de sentir, el corazón 
ya no brinca entusiasmado al recordarle, pero un amor real 
jamás se olvida, pueden pasar primaveras, otoños, 
o dibujarse los rostros de inviernos, 
pero las memorias quedan ahí en cada lugar que aconteció sonrisas, 
entre las sabanas que fueron testigos de sus noches fantásticas, 
en la barra, en las copas que resonaron por cada brindis, 
a través de los senderos escalonados que fueron paso de su amor entrelazado, 
esparcidos en los lugares que fueron testigos de aquel sentimiento apasionado,
y se irán quizás uno al norte y otro al sur, pero pedazos de sus corazones 
quedarán como leves llamas iluminando lo que queda atrás, 
lo que fue, lo que hubo, lo que no muere, 
lo que queda vivo por los rincones.

Luna.


Desde aca, desde allá, Te amo


Estaba él siendo tan niño, tan loco, tan coqueto, siendo todo ese hombre que había sido cuando lo conocí y que en algún momento se había disuelto en el camino, era él volviendo a armarse sin mi ¿o conmigo?, yo tengo que confesar que verle a la distancia me incendiaba y me consumía L  e  n  t  a  m  e  n  t  e, pero verle feliz, el en su infinita esencia me mostraba que el amor es justamente eso, la ausencia de la más mínima pizca de egoísmo.

Para ti que lees esto, porque se que sabes que estas letras como mi corazón son tuyos, amo sentirte pleno, aunque ello signifique dejar un poco de mi para llenar tus vacíos.

Luna.

No soy escritora...

mucho menos poeta, 
me gustan las letras porque me invitan a viajar, 
no necesito ropa, ni maletas, ni posición social, 
garabatear… una ilusa a la que le gusta trazar,
con tinta y suspiros los duelos y agonías,
con puntos suspensivos las memorias del alma mía,
con letras sutiles, que embrujan, que atrapan, 
que seducen, que encantan, me gusta fantasear, 
ni escritora, ni poeta… 
sólo alguien a quien le gusta garabatear. 

luna.

En un mundo paralelo

Desde las 8 pm y hasta… no sé qué hora pues perdí el sentido del tiempo, le lloré, le lloré hasta que las aguas se secaron, hasta que en mis ojos se pintaron de desiertos; el corazón después de aquel colapso volvía a su pulso habitual; me levanté sin fuerzas de la cama, me sacudí un poco el cuerpo y agité con fuerza mis dedos entremetidos en los cabellos, di tres brincos y me dije a mi misma “vamos chica tu puedes” y sabía que podía, la misma vida a base de golpes me había mostrado que nada es eterno, ni siquiera el dolor, por más que uno sienta que ha de morir, la verdad es que nunca se muere, al menos no por desilusión; comencé a maquillar de manera ligera mi rostro, me perfumé y me agaché a abrochar mi zapatilla, ya era hora, tenía que ir a despedir a quien había considerado hasta entonces.. el amor de mi vida. Las campanas de la iglesia resonaban marcando el segundo tiempo, si no me apresuraba no llegaría tiempo a entregar sus arras.  

Luna.

Mis amadas letras

Pensé hay tanto por agradecer a las letras, 
por ejemplo, las bellas noches en compañía de la luna, 
el traspasar fronteras,  
los suspiros soltados al viento, 
las heridas permitidas,
las ya sanadas, 
la senda tatuada  en mi rostro por el bullicio de las aguas saladas a mar abierto.

Y entre los garabatos te encontré, me encontraste,
y fuimos cómplices en secreto, 
a la distancia de tan puro sentimiento, 
la maraña de puntos, acentos 
y consonantes sazono el momento, 
y fuimos… y somos… y seguiremos siendo.


Luna.

El escritor y la lectora

Existe a menudo una rara conexión entre el lector y quien escribe, 
entre las fantasías diseñadas a través de las letras, 
de aquellos autores de realidades o temerarios pensamientos , 
de mundos tejidos con hilos de colores nunca vistos.
Creadores de amores que viven con  intensidad su apasionado sentimiento 
o que decir de los amargos adioses, los tristes desamores,  los susurros al viento. 

Dicha conexión lleva a la lectora a sonreírle, a sentir empatía aun sin conocerle, 
con el más inocente, puro y basto deseo de seguir leyéndole, 
de dejarse atrapar o seducir con el arte incontenido de su literatura,
es la lectora del autor, lo que el autor de su fuente inspiradora, 
un preludio de glorificados insomnios o laudes dedicados aquella musa ,
a la que sólo puede tocar a través de las letras,  o imaginarse danzando por su piel, 
oliendo sus cabellos, incluso quizás pecará de imaginarse su dueño.

La lectora buscará encontrarle entre las páginas, sentada en la barra de un café, 
entrecerrará los ojos mientras lee como si por alguna causa milagrosa al abrirlos el autor
pasase por su lado como si nada, porque él, el autor, está más allá de lo que una simple 
lectora es capaz de despertar, de traspasar… de inspirar.

Seguramente el autor pasará desapercibido hacia el rincón, justo
donde el destello de la luz externa apenas acaricie su ordenador o libreta, 
ahí dejará volar su imaginación e irá de nuevo al encuentro de su lira.
Quizás estarán el autor y el lector sentados a unos cuantos metros, 
el escritor añorando a su musa y la lectora esperando con ansias leer 
aquellas románticas letras…  probablemente guardando la burda esperanza 
de ser protagonista de la próxima historia.

Luna.

Para Álan

Siempre viví con las maletas preparadas,
pensando en la caducidad de mis relaciones,
no porque quisiese brevedades, 
entendía que la vida son instantes, 
chispas, tiempos, 
y que uno decide hacerles efímeros
o eternos…
Nunca antes experimenté un sentimiento 
tan avasallante, que careciera de razón, 
que no necesitase fundamentos, 
surgido por espontaneidad, 
creado sin solicitud de concedimiento, 
siendo estimulante, 
autor de paraísos,
de sinfonías alucinantes, 
siendo la realidad de un mito, 
el baño de oasis en el desierto,
éste sentimiento me hizo olvidar las maletas,
caminar sin razón, guiada por el corazón, 
sin esfuerzos, sin tensiones, ni metas, 
entregando por instinto el aliento, 
porque es un sentimiento que no sabe de finales,
que desconoce la lógica, sólo está, 
y existe sin premuras
obsequiando a mi vida la mejor de las locuras.

Carmen.

Relato

Estoy escuchando una canción y he pensado en ti… e inmediatamente una sonrisa se ha dibujado en mi rostro, ahora me doy cuenta que en efecto, esquivar tu imagen es inevitable.
Cavilo sobre el vaivén de tus idas y de tus ideas que te llegan de golpe, las tomas como estandarte y no hay opción para quebrantos y entonces partes… te vas (que vale aclarar que ya no las percibo como huidas), antes sostenía que era bastante complejo lidiar con eso, no porque no te quisiera presente en mis días, no, no es por eso… sólo que era agotador; ahora entiendo que muy en el fondo me resistía a esas emprendidas tuyas.
Nunca he necesitado de nada, ni de nadie, si una puerta se cierra inmediatamente busco otras opciones, no he necesitado cobijo, ni protección, ni mucho menos aprobación, alguna vez consuelo, pero ese… ese lo brinda cualquiera. Tampoco te necesito a ti, pero aun sin necesitarte, me resisto a dejarte ir, a ya no poder olerte, ni verte, ni probarte, ni sentir tu piel.
¿Intuyes porque? Porque no eres necesario y sin embargo cuando te vas miro atrás y me dueles, veo tus fotos, leo tus mensajes, y cuando entro a mi habitación ese aroma que aún guarda a ti me devasta, siempre pensé “cuando una puerta se cierra, dos se abren”, nadie es necesario, tampoco lo eres tú y ese es el problema.
La última vez que alguien me cuestionó referente a la clase de hombre que me gusta, ni siquiera ahondé en la pregunta, respondí de manera superficial, común e intuitiva… “inteligente y divertido con eso es suficiente… no me falta más” y es que en realidad no me faltaba nada.
Jamás ahondé en la clase de hombre que podría atraparme de manera tal que no quisiese salir de él, que cada una de sus cualidades cumplieran las expectativas (si las tuviese), pues jamás las tuve y sin embargo cuando te conocí algo en mis entrañas se volcó, sufrí algo similar a un bing-bang interno, supe (no sé cómo) que eras tú, he tratado de describir esas emociones, sensaciones y sentimientos que han manado desde entonces, pero no puedo, me resulta bastante complicado, no hay las suficientes palabras para describirlo, ni una que le honre.
Y sigo sin necesitar nada de nadie, no obstante, no quiero que tu puerta se me cierre, no me hace falta nada, ni a ti tampoco… podría ser eso lo que me atrae de manera excesiva, ilógica y casi incoherente… tu basta independencia, vaya ironías.
Luna 


Soy Luna

Elijo la noche y las estrellas,
la luz del sol la sustituyo con una vela, 
soy Luna, mujer de noche, 
que tiene un no sé qué 
que aviva mi cuerpo, 
me pone a danzar, 
se acelera mi cerebro, 
y mi pensamiento viaja a Londres,
a las Galaxias más lejanas. 
El día me mata, 
calla mi boca, 
agota las palabras, 
hace pasivo el esqueleto, 
por eso elijo la noche
aunque me llene de soledad 
y la luz se ausente; 
porque me gusta experimentar
aunque hayan cosas que me hagan mal, 
o cosas que hiervan mi sangre, 
porque soy gaviota en el aire, 
una lechuza, un búho,
elijo el amor que se ausenta de palabras, 
que se da a besos, a miradas, 
que se da con naturalidad, 
ese amor que no necesita parlotear
elijo la noche, elijo amar.

Luna

Somos

Somos besos, caricias y lenguas;
somos sol, día, luna y estrellas;
el abrazo apretujado por las mañanas
y los pies entrelazados bajo las sabanas;
somos sueños fugaces y eternas realidades.

Somos tiempo, estaciones, hojas que caen
y hojas nuevas que brotan con un verde alegre;
somos lluvia y tempestad, también serenidad,
somos pies, manos, sudor y piel,
pasión y deseo, pero también amor y ternura.

Somos racionales y faltos de cordura,
el clima perfecto cuando aumenta la temperatura;
somos años, pasos firmes con calma, o con premura,
el baile por la mañanas, a medio día o media noche;
somos danza tranquila o muy activa de melodía larga o corta
 somos… somos… y es lo que realmente importa.

Luna.