He deducido que la posibilidad de esa serie de cosas que me pasan cuando hablo con mi jefe, cuando veo sus reaciones ante la vida... me hacen sentir una recia admiracion... y sin temor a juicio podría afirmar que estoy enamorada de todo lo que él es... enamorada con esa inocencia de la cual una pequeña ve a su padre...
Él siempre se ha portado como todo un caballero ante mi y ante todos, jamás ha perdido los estribos muy apesar de lo embravecidas que pueden ser las corrientes, es una persona muy sabia, madura, centrada y culta... pero sobre todo tiene ese particular don de ser todo bondadoso, piadoso y caritativo...
Es, sin dudarlo, la imagen del padre que me hubiera gustado tener...
Es oponente de las injusticias y de los que luchan por las causas justas, jamás se queda con los brazos cruzados. Es de los que calman tu angustia con tan sólo unas cuantas palmaditas en la cabeza...
Su postura derocha mesura, sin embargo, sus contadas sonrisas te cargan de energía positiva, sonríe sin temor, sonríe con soltura...
Agradezco enormemente compartir una parte de mi camino con personas como mi jefe... de quienes he tenido la fortuna de aprender tanto.
Gracias mi querido jefe...