Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



martes, 19 de octubre de 2010

Inseguridad

Jamás quisiera sentirme segura de nada, ni de la vida, ni del día, ni del amor, ni de mi trabajo, ni de mi futuro, ni de mis resentimientos, quiero sentirme por siempre insegura de todo lo que me rodea, porque al sentirme insegura se refresca el pensamiento y recuerdo que nada de lo que veo, de lo que toco y siento... pertenece a mi.

Quiero sentir con la punta de mis dedos la brisa del amanecer, rodear con mis yemas el contorno de mi teclado, así de estúpida pretendo ser, sentir placer con cosas tan pequeñas e insignificantes a los ojos de los demás; observar desde afuera las acciones de mi cuerpo… mi sonrisas, mis asombros y lagrimas, observar todas esas sensaciones que trascienden desde la cascara del cuerpo hasta el cerebro, y sentir ese bienestar como si realmente pertenecieran a mí.

Quiero sentir el amor que me nace hacia los demás y observar lo bien que se siente amar, quiero que el amor este en mi y que perdure su estancia, quiero ser consciente de lo que observo y de que nada de todo esto pertenece a mi, ni siquiera mis pensamientos ya que son una conglomeración de lo que se me ha enseñado a lo largo de la vida, ideas creadas por otras personas…

Quiero minimizar mi tendencia a evaluar las cosas, comprensión sin interferencia de juicios; ser observadora, mirar, explorar, estudiar sin el deseo de cambiar lo que ya es.... pero, jamás, nunca quiero sentirme segura de todo ello.
La seguridad sobre las cosas o personas le quita interés, las convierten en una posesión...

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