Anticipando disculpas por el atrevimiento
y por la osadía que ahora mismo cometo,
me he tomado la libertad de hacerle una afable invitación
puede ser ésta tarde o noche o quizás por la mañana
en realidad qué más da, el tiempo siempre danza.
Le invito a delinear con el pincel de sus dedos el contorno
de mi entidad, a dibujar los prados de mis menudas caderas,
y a colorear el carmesí tenue de mis suaves labios,
para continuar hasta el ancho de mis mejillas.
Disculpe el atrevimiento pero es que le he visto cara de buen pintor;
quisiera posteriormente continúe trazando con la pintura de sus labios
la caída de mi cuello, mientras cruza las discretas elevaciones
siga los caminos indicados hasta llegar al ombligo de la corporación.
Grafíque sobre mi superficie la expresión de su hermoso arte,
dance con los pinceles de sus largos dedos por las sendas de mis piernas,
jugueteé con la diversidad de texturas, colores y formas,
mientras da origen a la más bella de las artes, a la más natural forma de expresión.
y por la osadía que ahora mismo cometo,
me he tomado la libertad de hacerle una afable invitación
puede ser ésta tarde o noche o quizás por la mañana
en realidad qué más da, el tiempo siempre danza.
Le invito a delinear con el pincel de sus dedos el contorno
de mi entidad, a dibujar los prados de mis menudas caderas,
y a colorear el carmesí tenue de mis suaves labios,
para continuar hasta el ancho de mis mejillas.
Disculpe el atrevimiento pero es que le he visto cara de buen pintor;
quisiera posteriormente continúe trazando con la pintura de sus labios
la caída de mi cuello, mientras cruza las discretas elevaciones
siga los caminos indicados hasta llegar al ombligo de la corporación.
Grafíque sobre mi superficie la expresión de su hermoso arte,
dance con los pinceles de sus largos dedos por las sendas de mis piernas,
jugueteé con la diversidad de texturas, colores y formas,
mientras da origen a la más bella de las artes, a la más natural forma de expresión.
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