Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



martes, 25 de junio de 2013

El mismo lenguaje

Es incomprensible que me sienta tan sola 
y que me permita sentir derrotada, 
que las absurdas adversidades me roben la calma; 
me pregunto si será parte de mi tonto egoísmo, 
que aún teniendo a tanta gente conmigo me sienta sola, 
tan pequeña, 
tan insignificante, 
tan invisible. 

Me inunda un extraño sentimiento, 
así como la sensación de que el cielo 
en su majestuosa inmensidad, 
tan profundo, 
tan oscuro, 
tan lleno de esas nubes negras que dejan caer 
a cuentagotas sus aguas, llorara mis penas.

De los árboles que mecen suavemente sus copas, 
y con ello quisiesen abrazarme con sus ramales 
o acariciarme con las hojas que caen al susurro del viento; 
veo la misma existencia bañada de penumbra 
y nostalgia tal como la que ahora me habita 
y el dolor que me truena los huesos 
y que se aferra a mi alma.

Hasta el rocío de la mañana me acompaña son su frío manto 
y sus oleadas llenas de esa melancolía que 
en otras alboradas no entendía y que ahora veo tan claras, 
mientras el viento toca esas notas silenciosas, 
celestiales y perpetuas que embriagan mis ideas, 
que trastocan mis sentires…

Así es como el cielo majestuoso y oscuro, 
los árboles que mecen suavemente sus copas, 
la existencia llena de penumbra y nostalgia, 
el rocío melancólico de la mañana 
y el viento de notas perpetuas,
 todos en conjunto… 
hoy hablan mí mismo lenguaje…






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