Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



viernes, 12 de marzo de 2010

¿Aun hay tiempo?


Al cerrar mis ojos busco de inmediato tu imagen en mi memoria para recordar tus caricias y permitirles correr a través de mis sentidos; trato de justificar y disculpar mis errores, el no haber soltado mis alas y ceder al tomar tus manos entre las mías siguiendo tus pasos como si fueses mi guía…

Hoy sólo hay vacío en mi interior, sello de mi terquedad de ver más allá, el evitar tropiezos y salir lastimados, por querer ver las cosas de una manera demasiado racional, por no dejar a la imaginación consumar, cerrando las puertas a la pasión negando el placer de lo que fue el presente, pasando por alto que el futuro no está en mis manos; más valía haberme entregado para después llorar la ausencia... pero haber tatuado tus caricias y besos en el alma mía…

Si aún hay tiempo no es mi deseo marcharme para vivir arrepentida, venda mis ojos y toma mis manos, arrástrame hacia tus senderos de gozo, deja penetrado el aroma de tu ser en mi olfato, abrázame fuertemente, que tus brazos queden marcados alrededor de mi cuerpo; no me importa lo que venga, quiero correr el riesgo, por fuerte que sea la tormenta segura estoy de que habrá valido la pena

Susurra un te quiero embriagado de pasión y dejemos consumir el deseo de sentir nuestros cuerpos desnudos, recorramos extasiados nuestro lecho, házme sentir tus labios en cada rincón de la piel, dejáme recorrer tus espacios con mi lengua impregnando marcas imborrables en tu ser, mientras nuestro nombres se graban en los labios y las imágenes en el pergamino de los recuerdos…

Algún día tendré que marcharme y así formar parte de tus más íntimos recuerdos, se que nada es eterno, por ahora, quiero hacerte feliz y tratar de llenar todos esos espacios vacíos que hay en nuestras vidas, desbordar las pasiones, los deseos, y llevar a cabo las más profundas locuras, quiero hacerte sentir mi hombre, quiero formar parte de esos recuerdos memorables que lleguen a ti cada mañana, ser fragmento de esas evocaciones que saquen a tu rostro la más bella de las sonrisas…

Mi más entrañable gratitud por traer momentos bellos a mi vida, sonrisas sueltas sin importar los malos tiempos, por dejarme sentir niña y transportarme a los castillos más hermosos, por dejarme vivir dentro de esa burbuja de alegrías, por brindarme y conferirme tus tiempos y espacio, por tu apoyo incondicional en momentos arduos; y aunque esto pudiese sonar a despedida la realidad es otra. Un brindis por nosotros, un brindis de locura mismo que llevó a mis labios conjuntamente del deseo de que esto perdure a través de los tiempos.

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