Plántame besos inquietos, tiernos, lascivos, desenfrenados,
abandona en mí el sabor dulce y húmedo de tu boca,
tu lengua pasa lentamente por el puerto de mis labios,
navega en los embaucadores surcos de mis belfos,
que se desate una guerra sin tregua entre tu lengua y la mía
mientras el cuerpo vibra, arde; y el mundo.. el mundo se vuelve besos.
Luna
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