En la deslealtad de mis emociones,
que me niego para no otorgar poder
a mi abatimiento,
detengo la diminuta esfera de nieve antes
de que se convierta en inminente avalancha,
dejando de lado la problemática que me trastorna,
me he propuesto pensar en chocolate caliente bajo la lluvia,
en el olor de los cabellos de mi madre
que danza hasta mi olfato mientras se agacha
para tenderme sus brazos,
en una niña de 12 años saltando la cuerda despreocupada,
en la vista perdida sobre la inmensa belleza del cielo,
pensaré en un mambo que sacuda el cuerpo,
o las sonrisas de dos estrellitas que alumbran
mi abismo implacablemente sombrío,
pensaré en 4.5 km de pista bajo la agitación de mi pecho,
y el calor provocado por el movimiento eufórico de mis piernas,
en el olor disperso de la lluvia sobre la tierra que deja de estar sedienta,
necesito pintar solecitos en la penumbra de mis largas noches,
desbaratar la dureza del cemento y sembrar un jardín de flores de colores,
necesito abrazar mis sueños, soltar un poco la realidad asfixiante,
necesito vaciar la maleta cargada de culpa, de duelo,
de agonías y dolores que mutilan,
necesitó dar abrazos, recibir abrazos,
perderme en sonrisas de gente extraña, ser sonrisa,
necesito ser aire, ser cielo, ser luna que alumbra la noche,
necesito café ligero, un libro de cuentos, necesito tinta y papel,
un columpio, necesito un espejo para no olvidarme de que existo.
luna
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