Quizás no era nuestro tiempo,
quizás no eran para ti mis deseos,
lo primero que tu mirarías al despertar,
o a quien yo daría un beso antes de ir a soñar.
Quizás “Don Destino” sólo pretendía
cruzar brevemente nuestro camino,
quizás las estrellas no eran pintadas
para adornar nuestras noches al amar
tal vez sólo brillaban y ya, como el trabajo
de los jornaleros por instinto y sin voluntad.
Quizás no eran mis caricias para tu piel,
o tus palabras las que me harían estremecer,
quizás tus sonrisas no eran por mi provocadas,
ni el amor que inundaba mi alma con lo que tu soñabas.
Quizás nunca fuiste tú,
quizás nunca fui yo.
Luna
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