No permitas

No, no te quedes ahí sentado

mientras miras desalentado

como se va haciendo estrecho

nuestro camino, 

o como las flores se marchitan

y las mariposas perecen, 

no, no te quedes mirando

como la lluvia del alma desborda 

por mis ojos ya cansados.

No, no permitas que la ausencia

y la distancia se hagan hábito,

que las noches jugueteen 

con el punzante duelo 

y que los días sean testigos 

de la muerte de nuestros sueños; 

o que los corazones la apatía les consuma 

y los anhelos cesen calcinados.

No, no te quedes perplejo mirando

como me voy de tu lado,

desconsolada mi alma

al creer que no deseas seguir luchando, 

que tristemente te has resignado; 

¡vamos anda revive el alma flaca!, 

alimenta el ánimo, 

no permitas que me vaya, 

pensando que ya no me amas,

tienes la opción de seguir adelante, 

pero no, no te quedes cayado...

Luna.