Mi vuelo excedió el ascenso,
vaya esta imaginación mía
que le encanta alucinar,
me inyecté aumentos de tinta,
y la inspiración me ha dopado de más,
¿Qué cómo sé que me he excedido?
sencillo, hoy no he mirado elefantes rosas,
ni he sentido el cuerpo levitar,
si no un lugar donde no hace falta ganar,
donde ser blanco, gris, rosa, o negro
está por demás; donde amar es dar y dar
sin algo a cambio esperar,
donde no hay juicios, ni diferencias,
y el aprender resulta de saber vivir,
y del viaje disfrutar, donde ya no es necesario,
doparse, ni alucinar…
La gente está despierta, ya no más sonambulismo.
Algo así como “Café-Bar…”
Luna
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