Querida mía, mía desde el instante en que modificaste el ritmo de mi reloj interno, para disfrutar como horas lo que dura un minuto.

Mía en mis pensamientos, en mis renovados sueños, los más locos y divertidos.

Continúa soñando, permíteme seguir acompañandote cada noche ahí, el lugar dónde todo es posible, nacer, vivir, morir y renacer con la esperanza de estar soñando despiertos.

Mis deseos van más allá de la experiencia física. Quiero adentrarme en tu alma, deslizarme en tus ínfimos pensamientos, perderme en tu interior, aún en el lado oscuro. Comprenderte para cumplir de la mejor manera las promesas de mis letras.

Desgárrate mujer, enfrentame a tu realidad, este hombre pide piedad, viajar de tu mano a la eternidad.

@-}—

Rafa B. Quiroga

RESPUESTA:

Querido mío,

He recibido tus letras, como siempre cautivantes, 

llenas de ese peculiar amor y misticismo que impregnas,

permíteme confesarte a través de las líneas 

que vivo con la misma esperanza, 

de renacer y trascender de ti y de nuestros sueños.

Mi alma no tiene cerrojos, ni puertas ni candados,

puedes venir y complacernos del éxtasis de estar juntos,

ella serena y enteramente llena de amor te espera,

para tomarte de la mano, para practicar el arte de la entrega,

y fundirnos y perdernos en la majestuosidad del universo. 

Entre el verdor de los árboles y el azul del cielo,

entre el soplo del viento por las mañanas,

en la infinidad de estrellas que adornan  el firmamento,

disueltos estamos, danzando y creando, riendo y gozando,

una realidad paralela que mitiga las penas.

Querido mío, enfrentarte a mi realidad sería cruel,

pero los mantos caen de poco a poco, 

llegará el momento que conocerás de mi todo, 

por ahora, toma mi mano continuemos el trazo

de esta realidad tan tuya y tan mía en la que me he de perder,

una y otra y otra vez.

Luna