Lunes de besos de algodones,
que se esparcen por los
pechos moderados,
esos dedos que endulzan
mis embravecidos labios,
la lengua juguetona
que recorre libremente
las caderas deslizando
la humedad hasta el cuello,
la volatilidad de dos cuerpos
enjuagados por el ardor
que desborda por los poros;
la mirada que penetra
mis sentidos embriagados,
y esa sonrisa que cautiva
mi atenta mirada,
tu piel erizada al roce
de mi boca helada,
tu piel olor a manzana,
tu piel que me enloquece
y encanta,
tu piel que enciende la llama;
una mañana de lunes,
de encuentros secretos,
de sueños íntimos,
de suspiros eternos,
de gestos y gemidos,
una mañana de lunes
entre tu piel,
entre tu boca,
entre tus aromas,
entre tus fluidos brebajes,
entre tu entrepierna,
entre tu pecho y mi lengua,
una mañana de lunes,
de locos,
de amantes,
de amores,
de sueños,
de perturbadas pasiones.
Luna
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