El ático

Me he permitido abandonar el hábito de 

despertar a las 2am y salir a observar la luna

mirarle y soltar al aire un suspiro; 

mirarle y sentir temblar mi ser al pensar

que tú también a la distancia la ves;

ciertamente los días sin ti han sido complejos

pero me abrazo a la idea de que es mejor así,

con el tiempo se aprende que hay cosas 

a las que no debe aferrarse… sólo dejarlas fluir.

Me he permitido desertar mi rango de amante,

aclaro que el título hace rato dejo de importarme,

pero había algo que empujaba el abandono

esa constancia insólita de querer cuidarte, 

de sufrir a la distancia tus penas,

y de esperar algo que jamás habría de llegar, 

y honestamente soy de las que no saben esperar.

Me he permitido guardar tus recuerdos en el ático,

hay donde se depositan las memorias de lo que no será

y no por falta de deseos pues esos siempre nos consumieron,

entre la congoja de saber que llegué un poco tarde a esta obra

me marcho a abrir otros telones, a iniciar una nueva historia,

pero vamos hombre quita esa cara que no te he de olvidar jamás! 

mi ático, un par de cigarrillos y una copa me esperan una noche más.

Luna