Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



viernes, 25 de julio de 2014

“Ser", considerando el no suponer, "ser", considerando el no idealizar.

“Ser", considerando el no suponer, "ser", considerando el no idealizar.

Hasta verme cayendo en picada entendí 
lo traicionero que es el “malamente” conjeturar;
suponer jamás será bueno, jamás tendrá justificación,
pero eso no se comprende hasta que no se 
sobrepasa el límite. Idealicé tantas cosas, 
mismas que ahora me han despeñado, mientras 
toco fondo voy mirando hacia la cúspide y cavilando 
con simpatía el asunto – no puedo hacer rabietas –, 
verle con cierta empatía tal vez me lleve a 
apreciar de manera asertiva las buenas o malas decisiones.

Supuse que en algún momento el tiempo estaría a favor, 
que las horas tendrían compasión al estar a tu lado
y que las noches se alargarían entre tus brazos, 
que tu boca eternamente recorrería mis labios,
y tus manos perpetuas a mi piel darían calor.

Supuse que un día despertarías y entenderías 
que sólo pedía mayor honestidad (realmente no cuesta tanto),
no importaba que fueras de Roma a veces de Grecia,
siempre y cuando terminaran tus noches en la luna, 
que en algún momento apreciarías y valorarías que ella siempre 
estaba para iluminar tus noches de soledad.

Supuse que eras tú, que tus sonrisas y alegrías
volverían a darle pulso al corazón,
supuse que tu manera tan fresca de ver la vida
quitaría el polvo a lo estático de mi razón, 
pero suponer es creer en algo “No” palpable; 
en fin… voy bajando y no sabes cómo disfruto
el panorama dulcemente doloroso, 
mismo que, me llevó a entender y sostener
la idea de lo riesgoso que es suponer. 

Luna.


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