Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



martes, 2 de diciembre de 2014

Cementerio de amor

En qué momento se perdió el interés 
¿Lo sabes tú? ¿lo recuerdas?
yo no… sólo recuerdo esa mirada,
que atravesó mi alma como una lanza,
así como seguramente la mía atravesó la tuya;
éramos dos desconocidos sentados en el sofá,
compartiendo café insípido y horas llenas de tedio,
recuerdo las decenas de veces que intentamos besarnos 
pero ya no sucedía nada, se había apagado la chispa, 
¿Qué nos estaba pasando?
más de una década de nuestras vidas llenas de imágenes, 
de lunas, soles y atardeceres placidos,
de fotografías y momentos que perdían sentido, 
caricias que se iban volviendo mecánicas, 
y noches en las que se copulaba por costumbre,
o por ganas de saciar un instinto, 
las mariposas en el estómago ocupaban un cementerio
donde las rosas también comenzaban a marchitarse, 
y las emociones eran reacciones que ya desconocíamos, 
recuerdo que despertábamos con apatía, 
el día se envolvía de una irreversible monotonía,
o al menos ni tú, ni yo hicimos nada para evitarlo, 
dejamos que nos consumiera la falta de variedad, 
los colores en nuestra vida se perdieron entre 
esa escala de grises que pintaban nuestros días;
lamimos helados de aburrimiento, 
comimos bocanadas de rutina, 
de postre redundancia, igual, sin condimentar,
y se murió el amor, después llego el olor fétido,
el sabor a rechazo, el hogar era un cementerio
donde yacían enterrados el amor, el deseo y la pasión…
¿lo ves? Inútil es, ya no hay más, no se puede revivir 
o reanimar un corazón que hace tiempo ha dejado de latir,
dejemos pues descansar en paz a lo que muerto ya está.

Luna Negra.


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