Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



martes, 2 de diciembre de 2014

El edén en tus brazos

Eres el medio que me transporta
al sitio donde el tiempo
y el espacio pierden sentido,
donde el cuerpo deja su estado físico, 
la danza de dos almas que son fuego,
¿luminiscencia paraíso, edén, cielo, gloria? 
realmente no lo sé, desconozco el lugar,
pero de manera extraña le siento parte de mí,
lugar de paz donde no hay miedo, 
no hay preguntas,
no hay rostros, 
no hay problemas, 
no hay necesidades,
sólo luz, 
un estado misterioso en el que
se ha perdido toda lógica 
y todo razonamiento, 
y eres tú con esas caricias, esa mirada 
quien me abre las puertas al más allá,
tu olor a tiempo, 
a magia, 
a fantasías, 
a pureza, 
tu piel de otoños y experiencia,
tus labios que se funden en mi piel,
que recorren rutas llenas de sabiduría
donde queda tatuada la pureza y el amor, 
esa manera tuya de poseerme 
y hacerme parte de ti, 
de perderme, 
de fundirme, 
de transportarme,
es como si alguien hubiese puesto en ti
las sustancias, los químicos, 
la bondad y todas esas características exactas 
para que al unirse a mí se logrará tal efecto,
y después viene la conmoción, 
el despertar, la reverencia,
el ritual, la oda de agradecimiento a ti
a la existencia, a ese ser supremo 
que te puso en mi camino;
mi alma es consciente de lo que hubo antes de tu arribo, 
así como sabe de lo que fui antes de tu llegada,
y me aterra un día despertar vacía
y tener que descubrir lo que hay después de ti...

Luna.


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