Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



martes, 2 de diciembre de 2014

¿Crees en los milagros?

Si tu respuesta es afirmativa 
Entonces seguramente estas 
pensando en él o ella y
en la capacidad de su sonrisa, 
en lo sanador de sus abrazos,
en la gloriosa sensación de estar entre su pecho, 
o en lo sublime de verte reflejado(a) en sus ojos.
Y cuando creías que no había más…
así sin una explicación coherente te encuentras con
él o ella en el camino y sólo basta un chispazo, el cruce de miradas, 
de una palabra o fundirse en el más simple abrazo 
para caer en la razón de que el cielo está en la tierra 
en aquella mirada, en esa dulce boca o
entre los singulares brazos de aquel hombre o de aquella mujer; 
observas su sonrisa y no puedes creer que haya existido 
aquella persona y hubieses andado en el camino tanto tiempo 
sin él o ella, sin sus ocurrencias, sin sus locuras, sin esas palabras
que por absurdas que sean logran darle calma a tu 
alma desbordada, orden a tu vida desordenada y luz al apagado camino.
Un instante, un intercambio de palabras y sucede la magia, 
ocurre ese pequeño milagro y cae esa pequeña semilla germinada, 
que poco a poco va dando forma a la más maravillosa de las obras, 
el amor, el amor de dos almas vagabundas que vivían 
apáticas creyendo que no había más, que la vida era así, insípida, 
con vaivenes que otorgan y despojan sin el más mínimo sentido; 
pero ahí está esa persona tan común para otros 
pero que para ti es el universo, el ser más maravilloso,
con la capacidad de activar tus átomos moribundos, 
de acelerar o paralizar el pulso de tu corazón, 
de incendiar o congelar tu alma en un segundo.
Y sonríes porque entiendes la razón de los sucesos, 
la demora y los tiempos… “era el momento justo”,
entiendes que son acontecimientos prodigiosos,
de esos que se dan a rara vez,
y estamos aquí tú y yo generando luz… explosiones de luz, 
que vibran y se intensifican a velocidades indescriptibles, 
y es aterrador porque parece inhumano, porque carece de lógica.
Y estas aquí siendo mi pequeño milagro, 
que en el esplendor del suceso me aterro de perderte, y 
a su vez, glorifico a la vida misma por tenerte.

Luna


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