Sin ti nada

He sentido la magia de la vida entre mis dedos

ardiendo enérgicamente dentro de mi pecho,

se ha encendido mi alma y vibra con fluidez mi ser, 

ahora comprendo el motivo del existir,

lo percibí desde la primera vez que te vi,

la conglomeración de supuestos se ha ido esfumando

bajo mis pies; entiendo de la vida, la siento danzar en mí,

al estallido de luces que se emiten desde tus ojos; 

a las muestras que me da la creación “majestuosidad

perene” al profesarse en tus manos recorriendo mi piel, 

he descubierto el elixir de vida eterna dentro y a través de ti, 

galaxias se forman desde tu abdomen hasta las piernas

del cual a media senda emergen estrellas fugaces

que llueven con total intensidad sólo para mí, 

entiendo del perdón, la gloria y las bienaventuranzas 

al momento en que enjuagas mis pecados con tus labios, 

o al hacerme sentir pura y virginal en la perpetuidad de tus brazos, 

al estar cerca de ti y desconocer lo humana e imperfecta que soy, 

he experimentado el “ser y el existir”, el “morir y reencarnar” 

al momento en que me posees y me haces parte de ti, parte de todo, 

al tocar mis adentros y disolverme en tus fluidos de vida 

desaparezco, me vuelvo nada o soy luz, astros, soy luna y sol, 

soy marejadas de dicha y soy fuego, viento, aire y tierra; 

se del sentido de estar aquí y ahora, 

al manar de tus sonrisas y morir en tus penares, 

porque contigo todo y sin ti… sin ti nada.

Luna Negra.