Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



viernes, 6 de junio de 2014

A mi amada hija

Niña hermosa… pequeña de edad, pero grande de corazón e inocencia, deseo confesarte que sin saber cómo, ni de qué manera, me salvaste del abismo en el que me encontraba sumergida, me diste una razón para continuar aquí; ayudaste a madurar mis ideas carentes de racionalidad, llegaste con tu luz a aclarar mis días oscuros, sacaste el valor y coraje mismos que habitaban inertes ocultos en mi ser, me hiciste sentir una mujer valiosa, incluso, indispensable, aunque he de señalar que has logrado crecer sin depender mucho de mí, que ironías!, creo que a final de cuentas he dependido más yo de ti, que tú de mí, te admiro profundamente por eso. 

Asimismo, necesito agradecer estos 10 años que has estado a mi lado, en los que nunca me has hecho ni un juicio, ni una objeción, ni un reclamo... hemos reído, llorado, bailado, saltado, corrido y caminado, nos hemos enojado y luego perdonado, hemos pasado horas y horas charlando, sintiendo como si el tiempo fuera eterno; me siento la madre más afortunada del mundo, es un verdadero honor que me hayas elegido entre tantas mujeres, lo sé, sé que me elegiste lo miro en tus ojos, en tus sonrisas, en tus acciones… espero que siempre me mires con ese amor profundo con el que ahora me miras… 

Quiero que sepas que eres una persona ESPECIAL, única, lo supe desde que te formabas dentro de mí, lo sentía con tus movimientos, con tus pataditas y al nacer cuando mirabas fijamente mi rostro y sostenías mis dedos con tu manita, al paso de los años descubrí que tu amor no conoce de límites, lo irradias, y lo obsequias a toda persona… espero la vida me permita continuar a tu lado y poder seguir aprendiendo más y más de ti… Gracias por amar, por enseñar, por estar, por existir…



No hay comentarios:

Publicar un comentario