Me he levantado de la cama,
dejando pedacitos míos por doquier,
quise escribir hasta el cansancio,
pero los dedos se me están cayendo,
los ojos se han sumido,
y los labios derretido,
y donde estaba el corazón
sólo un hueco hay,
en la cama deje una pierna,
creo que fue la derecha;
y al mirar los recuerdos
se ha quedado la última sonrisa,
quise llamarte y disculparme
por todas las penas,
por todas las noches en vela,
por no saber cómo manejar
la inmensidad de tu amor,
pero la boca se me cayó a pedazos;
me he tragado la voz,
mi estómago lo vi sobre el piso,
ya no tenía mariposas,
ya ni siquiera se retorcía;
quise ponerme de rodillas,
suplicar el perdón,
el alivio a esta alma atormentada,
pero mi pierna izquierda quedó en el pasillo,
y aquí con todos mis pedazos esparcidos,
me regocijo de verme mutilada,
de ver el abandono de lo que fue un día
mi cuerpo andante,
ese cuerpo que dio y recibió a placer,
ese cuerpo que camino sin alma,
hay pedacitos míos por doquier,
quise escribir hasta el cansancio
pero de mí, ya no hay nada.
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