Retiró su máscara, jamás pensé que fuera tan aterrador, ahora el espectro me persigue, mi alma está tratando de buscar una justificación a la sensación que recorre mis venas, con sudor y el ritmo alterado y las manos temblorosas trato de retener en mi memoria aquellos ojos nobles y tiernos convertidos ahora en dos grandes fuegos que se consumen y los cuales me horroriza mirar… esas garras, esos colmillos, esa sonrisa burlona, un lobo que degusta de la carne humana, ¿será más bien que mutó?, algo produjo el cambio… ¿será culpa de la luna y su cuarto menguante?
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