Vislumbré siempre el dolor desde fuera,
desde lejos, desde otras perspectivas,
miraba a la gente hablar de dolores y desamores
y la verdad yo no entendía,
ahora me toco experimentar el dolor,
en toda su grandeza y magnitud.
Miro inerte mi cuerpo ya cansado,
y el par de ojos que no pueden reposar,
la mente imparable,
paradójico el vértigo,
presión en el pecho,
lagrimas tercas que no se contienen,
noches lentas o largas ya ni sé.
Es increíble lo efectos secundarios
de sueños rotos,
voy descendiendo
sin alas, sin paracaídas,
sin tus sonrisas que
amortiguaban mis caídas.
Gracias por que aún lejos,
distante, donde quiera que estés,
has logrado que entre amores y
desamores perciba la vida con total intensidad.
Luna
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