Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



viernes, 6 de junio de 2014

Una fortuna inusual

No nací con la etiqueta colgada del “sueño de toda mujer”, mis pretensiones fueron mucho más allá de un vestido blanco de 7 mil varos, de una fiesta envidiable y de ese “altar” tan mencionado, me decline por buscar un amor que me hiciera sentir una perdurable pureza, que me mirara siempre como hermosa princesa y no sólo el día que llevara puesto el vestidito blanco, que me hiciera sentir perenemente en un altar al ser amada, respetada y valorada; asimismo, mis ambiciones siempre fueron mucho más allá de una lujosa casa y un carro a la puerta, sólo ambicionaba alguien que me hiciera sentir protegida, viva y valorada, que me erizará la piel con tan sólo mirarle a los ojos, emociones que difícilmente sustituye un bien material, una fiesta carísima que dura un par de horas, opté por celebrar cada amanecer, al girar la cabeza y mirar a esa personita especial que está a mi lado y que me recuerda que no hay nada más magnifico, más atesorable y que me haga sentir mujer más afortunada que poder compartir mi camino con él.


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