Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



jueves, 5 de junio de 2014

Y una pizca de dolor

Profeso lo que quiero creer; 
maquilo historias inexistentes, 
una pinche frase tuya basta para perderme, 
la confusión es sólo culpa mía,
producto de mis deseos,
o de mi ego caprichoso.

Me pudre tu lejanía 
que disfrazas astutamente 
con cercanía,
¿entes ególatras?
o ¿seres cobardes para amar?
Siento la necesidad de tenerte,
de saberte, de sentirte,
después te maldigo
y me maldigo por quererte.

Me ahogan los sábados, 
muero un poco los domingos,
mi mente liberada no para de 
pensarte, adoro estas punzadas
que se expanden por las vísceras
y someten libremente mis emociones.

Quererte resulta deliciosamente doloroso,
tanto que, no sé si abandonar el hábito 
de recordarte, o pensarte más para embriagarme.
Eres el pretexto justo, 
para abatirme sobre la sala y pasar 
las horas añorando lo que jamás será,
y prolongar el éxtasis de recorrer tu senda vacilante.




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