Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



lunes, 25 de abril de 2016

Ella siempre volvía al mismo lugar, 15 para las 6pm, se paraba por un lado de la banca y miraba hacia un costado, después ligeramente esbozaba una sonrisa, se sentaba y miraba las nubes aborregadas buscándoles alguna forma; era común entre aquel grupo de actos religiosos mirar como el agua invadía sus grandes ojos color miel y después desbordar por sus mejillas, aun así, la sonrisa no se le iba del rostro; pasados los 30 o 40 minutos ella se ponía de pie y comenzaba a caminar por la vereda que daba al lado sur del parque trayecto en el que girada su rostro dos o tres ocasiones para mirar hacia la banca vacía… cuentan que todos los días, puntualmente visita el lugar, ella iba a abrazar el recuerdo de la persona que le enseñó amar, de quién le había mostrado que no había manera más sencilla de andar por la vida que ser ella misma, de no aferrarse a nadie jamás, quizás le faltó un par de clases más… ella no lo podía soltar, no podía dejar el recuerdo atrás, no sabía cómo seguir sola su caminar… se quedó colgada a un hombre que ya no está.

Luna. 

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