Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



lunes, 25 de abril de 2016

No lo parece, pero sigue importándome un carajo el juicio de los demás
si me ato, me desato o gozo de excesiva libertad…
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Imposible no desear correr a su encuentro
y perderme entre sus labios, 
inadmisible no anhelar envejecer en su mirar
mientras la experiencia va escribiéndose en mi piel 
y los cabellos tiñéndose de años. 
Hoy danzo entre quimeras y realidades 
siendo la cómplice, la amante, la mujer tierna y/o perversa, 
la niña, la puta, la santa… sólo entre sus brazos. 
Y no quiero dejar de anhelar… 
porque a su lado me he visto de frente y me he reconocido; 
y voy degustando, experimentando, aprendiendo…
a volar sin despegar las botas del suelo, 
a vivir sin límites siendo responsable de lo que ello conlleva, 
de anatomía manoseando sus exquisitas nalgas, 
besando sus carnosos labios y jugando con sus torneadas piernas, 
dibujando mapas en su espalda y en el bosque de su pecho, 
de química con su seductor olor, 
así… olfateando hasta el último rincón, 
de sabores embriagantes el jugo de su boca y el néctar de su hombría; 
de física voy entendiendo de la fuerza de atracción,
de la importancia del tiempo y la irónica relatividad del espacio;
y de teísmo al no hallar explicación, ni lógica, al acto glorioso 
de encontrarme con alguien que fue diseñado justamente a lo absurdo de mi medida.

Luna.

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