Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



lunes, 25 de abril de 2016

Que debía vivir con límites de lo contrario podía terminar arrojándome del peñasco más elevado, vengo escuchando esa frase desde pequeña, que dejará quieta esa parte, “eso no se toca” (pero a mí me gusta), que no debes juntarte con esos tipejos (si son los únicos que me entienden), que no debes faltar al respeto a tus mayores (pero ellos faltan al mío), “porque me mientes” (porque me das miedo), no pruebes el alcohol porque es veneno (cuando a mi me había encantado), y un “no corras”, “no grites”, “para de saltar”, “deja de llorar” (y até mis pies y manos con los grilletes que me obsequiaron) 
no debes andar con más de uno (estoy experimentando), no tengas sexo hasta que te cases (estoy jodida), no te permitas caer (y como hago si me agoto)

Y los años pasaron, y mis alas se entumieron.

En diversos lapsos de la vida he pretendido arrancar las cadenas, liberarme de los perjuicios, dejar de besar los grilletes, la vida es corta para vivir arrodillada ante un temor que me impide llegar a la cúspide, siempre caprichosa voy en busca de lo que deseo, me aferro hasta quedar sin aliento, hago lo que quiero y mi limitante es tan sólo uno (ir siempre adelante sin joder a nadie), me gusta probar, me gusta sentir, experimentar, tener miedo y vencerlo. Soy una mujer que dejó de acostumbrarse a las tibieces, que vive la vida con intensidad en cuanto a emociones. Por ende tengo a bien liberar a todo aquel que se sienta afectado por mi peculiar manera de hacer, o que no puedan dejar de atormentarse porque su amor y su instinto de protección les ordena atarme. 

¡No teman!, que si mañana me voy de este pleno por intensa, me voy libre, me voy satisfecha, me voy en paz conmigo misma por siempre ir a favor de mis ideales y con una sonrisa de oreja a oreja. 

Luna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario