Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



lunes, 25 de abril de 2016

Llueven mis ojos… 
y no siento pena, 
ni vergüenza, 
tampoco malestar, 
ni autocompasión,
y la conmiseración se va diluyendo
entre las mismas aguas saladas, 
llueven mis ojos
un tanto de alegría,
un tanto de tristeza, 
y ya poco de dolor.

Luna.

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