Y después de tantas lunas y tantos soles descubrí que era tanta mi preocupación por encontrarme... que me perdí en el camino...

Y tu.. ¿Ya me has encontrado?



lunes, 25 de abril de 2016

Siempre fui como un caballo salvaje e indomable, 
como las aguas bravas que no respetan cauces, 
fui a gusto a placer sin importarme alguien más que no fuese yo, 
viví, gocé, fui egoísta, inconsistente, parcial, 
declinaba la balanza sólo a mi derecha,
jamás me esforcé por nadie, 
jamás hice algo para cuidar y preservar sana una relación, 
porque no veía con claridad, era yo, yo y yo,
no conocía el amor y poco me importaba, 
tampoco pensé mucho en los sentimientos de los demás,
era mera comodidad, conveniencia, y saciar a placer mi gusto.
Un día encontré el amor en los ojos de quien jamás imaginé
me quedé absorta, sin palabras y esa que yo había sido hasta entonces
transfiguró. Vaya que el sentimiento cambia totalmente!! 
es increíble cómo emerge una mejor versión de uno mismo, 
zambulle en una catarsis que hace mirar todo desde otra perspectiva,
y comenzar a vivir para uno… y para alguien más, 
gozas pero en la mente está la persona amada, 
tienes una consciencia sobre el bien común, 
y la imparcialidad comienza a fluir sin notarlo, 
aterra pensar que algo pueda afectar la relación, 
se evita a toda costa decir o causar algo que 
provoque la más mínima angustia en la persona amada,
y si se comete algo que cause dolor… para uno mismo es imperdonable,
y se piensa cómo fue posible que yo amándole tanto 
pudiera haberle causado esto (por mínimo que sea)
el amor entonces estará habitando cada una de tus fibras, 
haciendo de ti alguien mejor, habrás mutado….
habrás dejado de ser un caballo salvaje.

Luna.


No hay comentarios:

Publicar un comentario