En tu ausencia las noches se vuelven solsticio de diciembre,

noches largas, aletargadas, que me castigan con su paso lento, 

y en la fría soledad de mi cama las sabanas muerden mi piel apagada,

te confieso que mi mente te ha pensado a todo momento 

y las melodías no paran de hablarme de ti.

En tu ausencia la pasión juega despiadadamente con mi cordura,

ya te veo y te siento recorriendo mi piel erizada, 

bebiendo de la humedad de mis labios, 

jugando con tus dedos entre mis cabellos encrespados, 

disolviéndome entre tus brazos afrodisíacos y tus ojos traviesos.

En tu ausencia el amor me habla de verdades, 

me confirma lo valioso que eres para mí

siento un placer sádico al extrañarte, 

al soltar incontables suspiros al aire, 

de perder mi mirada en la nada 

o sentir el pecho oprimido, 

que contrasta entre el sentir angustia en la distancia

y el pensar en tus locuras y espontáneamente sonreír.

Luna.